El sistema de
inmersión lingüística se introdujo en Cataluña en 1979, cuando un 24% de la
población no entendía el catalán y un 61% de los habitantes de la provincia de
Barcelona habían nacido fuera de Cataluña.
Se basó en un método experimental nacido en la misma década de los
setenta en Canadá, para definir los programas en los que un grupo de estudiantes
anglófonos se educara en francés, lengua minoritaria en el medio social.
Más de treinta
años después de empezar a aplicar el modelo, el 95% de la población catalana
entiende el catalán y la casi totalidad de los habitantes entienden el
castellano.
Pero como
demuestran numerosos estudios este sistema no es el mejor método para
introducir a todos los niños en todas las circunstancias a una
segunda lengua (en este caso el catalán)
En
primer lugar (1), el sistema
parte de la base de que todos los escolares inscritos en un programa de
inmersión desconocen la lengua vehicular.
Es decir, que todos los estudiantes catalanes tienen como lengua materna
castellano, u otra lengua diferente al catalán.
Seguro que el lector conoce casos en lo que esto no es así.
Todos los
expertos coinciden en afirmar que para que estos programas tengan éxito, deben
efectuarse de modo voluntario y fomentarse actitudes de respeto hacia
ambas lenguas.
También
hay estudios (2) que afirman que el
niño debe haber llegado a un conocimiento determinado de su propia lengua para
introducir la lengua vehicular con éxito y sin daño cognitivo para el niño.
La inmersión en
Cataluña no solo es obligatoria sino que también es precoz, desde que el niño
pisa la etapa preescolar, a los 3 años
Es cierto que el
castellano no sufre peligro de extinción en Cataluña. El
castellano es un idioma que uno escucha en la televisión, en la radio, lee en
libros y prensa (quienes lean). La
pregunta fundamental es entonces si este castellano ambiental es suficiente
como para garantizar el conocimiento del castellano escrito. Dentro de un
tiempo puede pasar lo contrario que les ocurre ahora a algunas personas de
familia catalanoparlante, que fueron al colegio durante el franquismo. Pueden
hablar catalán muy bien, pero necesitan un gran esfuerzo para superar las
pruebas de suficiencia de catalán (el nivel C), porque no recibieron enseñanza
de gramática ni escritura. ¿Eso es lo que queremos para los chavales catalanes
con respecto al castellano, que sólo aprendan de 'lo que oyen por ahí'?
Ciertamente dos
horas a la semana para la enseñanza del castellano no parecen suficientes para
garantizar su buen aprendizaje.
Y eso es lo que
le pareció en 2006 al Ministerio de Educación, que intentó obligar por Decreto
Ley a instaurar la tercera hora de castellano en las aulas. Un mínimo de tres horas semanales en las que
se explique lengua y literatura en castellano.
¿cómo
es posible que los políticos catalanes armaran entonces tanto revuelo, calificando incluso el real decreto como "un auténtico misil que va en contra las competencias de la Generalitat.
La encarnizada (y
por otra parte ridícula) lucha política que tuvo lugar por esta insignificante
hora semanal de clase en castellano se puede resumir así:
…que se aprobó
una ley en su momento,
…que la
generalitat no aplicó,
…que alguien
llevó hasta el Tribunal Supremo,
…que este dictó
sentencia a favor de que la ley se aplicara,
…que alguien
reclamó insistentemente su aplicación,
…que alguien en
la Generalitat dio largas a la implantación de la ley
…que
finalmente en el 2008 encontraron la manera de no aplicar
-->la ley
...que el
Ministerio de Educación sigue esperando a día de hoy que se imparta la tercera
hora de castellano.
Como pueden ver
sus señorías han estado muy entretenidos durante más de 5 años, por una hora semanal
de clases en castellano. ¿No es posible
que nos estén tomando el pelo?
- que se debe
incluir el castellano como lengua vehicular
- que se aplique el
modelo lingüístico en función de los requerimientos de las familias
- que el
castellano no debe quedar reducido en su uso "al de objeto de estudio de
una asignatura más"
Y una vez más,
comienza el baile:
-->“Hay instrumentos para no acatar la sentencia del
TSJC”.
-->cree que la sentencia del TSJC es un "atentado" al aval de la UE.
-->instó al Gobierno de CiU y al Parlamento catalán a "plantar cara" a la sentencia de TSJC y a "dar cobertura a los profesores" que decidan no acatar la sentencia
-->"no cambiará el sistema de inmersión lingüística en Cataluña por mucho que nos toquen las narices"
En fin, deben
estar muy convencidos, estos señores, que realizar un porcentaje de clases en
castellano es muy dañino para el aprendizaje del catalán.
¿No sería más
lógico establecer unos mínimos para cada una de las dos lenguas
vehiculares? Entonces un centro escolar
podría establecer que «en primaria se cursarán materias en catalán y en
castellano; en secundaria se incluirá también el francés o el inglés, el
objetivo no es solo que hablen y se expresen oralmente y por escrito en estas
cuatro lenguas, sino que dominen su uso en ambiente académico e intelectual.»
Pues
no, eso es un ataque frontal al sistema de inmersión obligatoria en
catalán. Es intolerable para los centros
públicos. Pero si que es posible para el
centro privado
-->
donde el molt
honorable Artur Más, president de la Generalitat, ha estudiado, y donde
estudian sus hijos.
¡no os dejéis engañar!
Lo que quieren
imponer a los demás no lo quieren ni para sus propios hijos.
Simplemente
no quieren mejorar el sistema educativo.
Lo único que quieren es, unos y otros, encender el debate identitario,
mientras perjudican a millones de estudiantes.