viernes, 17 de marzo de 2017

Por qué todos los padres somos Darth Vader


No creo que a estas alturas nadie desconozca mi fascinación por Star Wars. Uno de los primeros recuerdos que tengo de mi infancia es cuando mi padre me llevó al cine a ver El Retorno del Jedi. Las imágenes de remotos mundos, extrañas criaturas y llamativos droides me cautivaron para siempre. De hecho, no importaba que hubiera empezado la historia por la mitad (en realidad, es difícil decir exactamente por qué punto de la historia empecé), igual que sigue sin importarlo ahora, cuando un niño se ve de repente inmerso en todo este universo, en aquella galaxia tan tan lejana.

Para mí, igual que para todos los de mi generación, Darth Vader era EL MALO con mayúsculas. Cualquier nuevo personaje que encarne el mal, en cualquier otra película, serie, libro, o lo que sea, se tiene que medir con Darth Vader para posicionarse en el ranking de los malos de todos los tiempos.

Pero entonces, ¿por qué muchos padres elegimos a Darth Vader como figura icónica, como imágen, como modelo?  Es una buena pregunta.  Cada uno tendrá sus razones.  De hecho, como he leído recientemente al papá bloguero Padre en Estéreo, es una terrible idea identificar a Darh Vader como figura paterna, lo que hace aún más misteriosas las razones por las que elegimos al temible Lord Sith para representarnos ante nuestros hijos y ante el mundo.

Después de darle muchas vueltas, y sin ningún orden especial, he conseguido listar una serie de razones que, por lo menos para mí, hacen que nadie mejor que él nos sirva para reivindicar nuestra paternidad.



Nos hemos pasado al Lado Oscuro.
Vemos a los chavales de hoy en día, atontados con sus móviles y juegos online, su obsesión por obtener reconocimiento social online, y las cosas que hacen o que dicen, y estamos convenidos de que nuestra Civilización se está yendo al garete. No nos damos cuenta de que si sustituimos "móviles" por "walkman", "juegos online" por "juegos de rol", "reconocimiento social online" por "ser populares en el insti", etc, podrían ser nuestros propios padres hablando de nosotros cuando eramos unos chavales.  
No, no, no. Los chavales de ahora es que están atontados, con un montón de pájaros en la cabeza, ideas ridículas que no entendemos bien.  Qué narices es eso de la Alianza Rebelde, esos radicales, perroflautas, siempre cuestionando a los que gobiernan, si ellos no tienen ninguna propuesta que tenga ni un mínimo de sentido, qué narices harían ellos si estuvieran gobernando La Galaxia. Yo, Vader, que ya llevo unos cuantos kilómetros, ya he pasado por unas cuantas, yo sí que sé lo que es gobernar.  Cuando vengan mis hijos con todos esas ideas alocadas, demagógicas, irreales, sabré qué decirles. Tengo la sensación de que alguna de esas ideas han pasado por mi cabeza cuando era más joven, pero eso hace una eternidad, y no tiene importancia.  Eso era casi otra persona diferente.  Eso era antes de vestir de negro, y de ponerme este casco. Si alguien me recuerda aquellas épocas y aquellas ideas, creo que negaré que esa persona haya existido.

De repente, tenemos hijos, que van creciendo y volviéndose complicados, y tenemos que reconocer que educar a nuestros hijos es tremendamente complicado. Cuando pensamos en Vader no pensamos en cómo se comporta él como padre con sus hijos, sino lo difícil que es su posición como padre.  Debe sobre todo mantener el rol masculino, de padre, que debe imponer respeto y autoridad (para eso el traje negro y el casco son una gran ayuda), pero interiormente es consciente de sus inmensas debilidades. Y no puede mostrar sus debilidades como padre, ni a sus hijos ni a nadie.  Jamás debe permitirse quitarse el casco en presencia de sus hijos.
Aún así, sus hijos se rebelan, le llevan la contraria, le declaran la guerra, y están continuamente atosigándole, buscando la manera de vencerle, de conseguir lo que ellos quieren, esas estúpidas ideas de niños idealistas, esas ideas irreales, utópicas, equivocadas. Por mucho que él quiera, no entienden cuál es el camino correcto, por mucho que haga el esfuerzo no consigue que entiendan las enseñanzas importantes de la vida. 

Aquí la cosa varía un poco si tienes hijos o hijas (en mi caso sólo hijas), pero las sensaciones, las frustraciones, son las mismas. Esta ilustración, parte de un delicioso cómic de Jeffrey Brown, es un perfecto ejemplo de cómo se siente Vader con su rebelde hija Leia.


Cualquier situación en la que te veas envuelto con un hijo/hija adolescente, puede representarse mediante la relación que tenía Vader con sus hijos. Y eso, amigos padres, reconforta mucho. Si el tipo más duro y poderoso del Universo, no fue capaz de encarrilar a sus hijos, y sólo al final consiguió conectar mínimamente con ellos, pues qué narices podré hacer yo, ¿no?

YO SOY TU PADRE. Siempre tendremos ese momento. En cualquier tema que se nos pueda ocurrir, surgirá inevitablemente el enfrentamiento con nuestro hijo.  A pesar de nuestra intensa lucha para llevarle al lado correcto, no conseguimos nada más que rechazo, y lucha, cada vez más encarnizada. No entiende nada, no entiende el Poder del Lado Oscuro, no entiende lo bien que le irían las cosas si nos hiciera caso, cada vez se encierra más en su propia trampa.
La lucha, como digo, es cada vez más encarnizada.  Al final, nuestro hijo sale mal parado, y mira que se lo advertimos. Parece perdido, acorralado, a punto de caer.  Y llega nuestro momento. 

Alargamos la mano, y le decimos:

"Yo soy tu padre". Puedes contar conmigo. Únete a mí, hijo mío. Yo curaré tus heridas, yo te haré más fuerte. Y juntos, gobernaremos la Galaxia.

En ese momento, haber sido el Malo durante todo ese tiempo, ha merecido la pena. 

Nuestro hijo ve que teníamos razón, y que no hay otra salida.  Lo que dice mi padre, lo que decía mi padre desde el principio, es cierto.

Y....

bueno, en realidad creo que como padres confiaríamos que la escena no terminase como acabó, y que nuestro hijo, en vez de saltar al vacío, nos hiciera caso, se dejara ayudar, y volviera, aunque fuera por un tiempo, a disfrutar de ese lazo tan fuerte y tan difícil de mantener que es el que une al padre y al hijo.

Que no hiciera falta todo un episodio más, con Ewoks, más Estrellas de la Muerte, abueletes verdes exiliados en planetas / residencia de la tercera edad, etc, para que finalmente llegáramos al mismo punto, y nuestro hijo se diera cuenta por fin que todo lo que hace su padre lo hace por su bien, lo hace pensando que es lo mejor para él.

Y que aunque parezca el enemigo, su padre siempre estará a su lado, intentando guiarle, y decidido siempre a sacrificarse por él.

El Vader que nosotros vemos como modelo no es el Vader que le corta la mano a su propio hijo, que congela a su yerno, o que destruye el planeta entero de su propia hija.


El Vader que nosotros queremos ser es el Vader que, enfrentado con su hijo, le acompaña tranquilo a que éste se enfrente con su propio destino.


El Vader que ve sufrir a su hijo, y no puede soportarlo, y se pide para él mismo el sufrimiento que está pasando su hijo, hasta el punto de sacrificarse por él.



El Vader que, por fin, cuando su hijo ve lo que ha hecho por él, decide quitarse el casco, para que pueda ver cómo es en realidad, y demostrarle que también es una persona, que también es frágil, que muchas veces está representando el papel de malo por obligación.


Por estas, y por muchas más razones (seguro que tú puedes encontrar algunas otras), somos muchos los padres que elegimos a Darth Vader para representar con orgullo nuestra condición de padres.

FELIZ DÍA DEL PADRE A TODOS!