jueves, 13 de diciembre de 2012

Disfruta de este fin de semana, puede ser el último




Nunca he sido supersticioso, ni he creído en las profecías sobre el fin del Mundo.  Ni la de los Mayas, ni ninguna otra.  Pero, ¿y si fuera cierto? ¿y si éste fuera el último fin de semana del Mundo, tal y como lo conocemos?

De todo el catálogo de posibles causas del fin de nuestra civilización, la más estudiada, y sobre la que más tonterías han escrito los guionistas de Hollywood, es el impacto de un asteroide similar al que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años, el devastador KT  


Pongamos que un asteroide similar, de unos 10 kilómetros de diámetro, se dirige en trayectoria de colisión con nuestro planeta.  Si te quieres hacer una idea de su tamaño, recuerda que la montaña más alta del Mundo, el monte Everest, tiene una altura de unos 9 km desde su base, a nivel del mar.

Impactará exactamente el próximo 21 de Diciembre, justo sobre la ciudad de Madrid. A mis amigos catalanes que están disfrutando sólo de pensar en el sitio elegido, les animo a que sigan leyendo, y verán como no les parece tan buena noticia.

Por supuesto la fecha y el lugar elegido son producto de mi imaginación (tan válida como la de los Mayas); pero todo lo que viene a continuación está basado en hechos reales, y completos estudios científicos.



El asteroide entraría en la atmósfera terrestre a tal velocidad que el aire no podría quitarse de en medio debajo de él y resultaría comprimido como en un bombín de bicicleta. Como sabe cualquiera que lo haya usado, el aire comprimido se calienta muy deprisa, y la temperatura se elevaría debajo de él hasta llegar a unos 60.000 grados, o diez veces la temperatura de la superficie del Sol. En ese instante de la llegada del meteorito a la atmósfera, todo lo que estuviese en su trayectoria (el Bernabeu, el Museo del Prado, la Torre Picaso, el parque del Retiro... todo) se arrugaría y se esfumaría como papel de celofán puesto al fuego.
Un segundo después de entrar en la atmósfera, el meteorito chocaría con la superficie terrestre, allí donde los madrileños habrían estado un momento antes dedicados a sus cosas.

El impacto, como puedes imaginar, sería enorme. Golpearía con la fuerza de 100 millones de megatones. No es fácil imaginar una explosión así, pero si hicieses estallar una bomba del tamaño de la de Hiroshima por cada persona viva en la Tierra, hoy aún te faltarían unos mil millones de bombas más para acercarse a la potencia de este impacto.

El meteorito propiamente dicho se evaporaría instantáneamente, pero la explosión haría estallar mil kilómetros cúbicos de roca, tierra y gases supercalentados. Todos los seres vivos en 250 kilómetros a la redonda a los que no hubiese liquidado el calor generado por la entrada del meteorito en la atmósfera perecerían entonces con la explosión. 

Se produciría una onda de choque inicial que irradiaría hacia fuera y se lo llevaría todo por delante a una velocidad que sería casi la de la luz.
Para quienes estuviesen fuera de la zona inmediata de devastación, el primer anuncio de la catástrofe sería un fogonazo de luz cegadora (el más brillante que puedan haber visto ojos humanos), seguido un minuto o dos después por una visión apocalíptica de majestuosidad inimaginable: una pared rodante de oscuridad que llegaría hasta el cielo y que llenaría todo el campo de visión desplazándose a miles de kilómetros por hora. Se aproximaría en un silencio hechizante, porque se movería mucho más deprisa que la velocidad del sonido.

A los que se hallasen a una distancia de hasta 1.500 kilómetros les derribaría y machacaría o cortaría en rodajas una ventisca de proyectiles voladores. Toda la vida en la península ibérica quedaría devastada en menos de 10 minutos, dejando un mapa muy diferente al que conocemos, con un profundo cráter de unos 170 kilómetros de diámetro en su centro.

Después de esos 1.500 kilómetros iría disminuyendo gradualmente la devastación. 
Pero eso no es más que la onda de choque inicial. El impacto desencadenaría casi con seguridad una serie de terremotos devastadores. Empezarían a retumbar y a vomitar los volcanes por todo el planeta. Surgirían maremotos que se lanzarían a arrasar las costas lejanas. Al cabo de una hora, una nube de oscuridad cubriría toda la Tierra y caerían por todas partes rocas ardientes y otros desechos, haciendo arder en llamas gran parte del planeta. Se ha calculado que al final del primer día habrían muerto mil millones y medio de personas como mínimo.
La suerte del resto de la población mundial sería sólo relativa. Sólo significaría «elegir una muerte lenta en vez de una rápida».
El número de víctimas variaría muy poco por cualquier tentativa plausible de reubicación, porque disminuiría universalmente la capacidad de la Tierra para sustentar vida.  La cantidad de hollín y de Ceniza flotante que producirían el impacto y los fuegos siguientes taparía el Sol sin duda durante varios años, lo que afectaría a los ciclos de crecimiento. El clima de la Tierra se vería drásticamente afectado durante unos diez mil años.

Y recuerda que el hecho se produciría con toda probabilidad sin previo aviso, de pronto, como caído del cielo.

Pero supongamos que hubiéramos visto llegar el objeto. ¿Qué haríamos? Todo el mundo se imagina que enviaríamos una ojiva nuclear y lo haríamos estallar en pedazos. Pero se plantean algunos problemas en relación con esa idea. Primero, nuestros misiles poseen el empuje necesario para vencer la gravedad de la Tierra y no están diseñados para operar en el espacio; no hay ningún mecanismo para guiarlos a lo largo de las decenas de millones de kilómetros del espacio.
Aún hay menos posibilidades de que consiguiésemos enviar una nave tripulada con vaqueros espaciales para que hiciesen el trabajo por nosotros, como en la película Armagedón; ni siquiera disponemos ya de un cohete con potencia suficiente para enviar seres humanos hasta la Luna.
Incluso en el caso de que consiguiéramos de algún modo lanzar una ojiva nuclear contra el asteroide y hacerlo pedazos, lo más probable es que sólo lo convirtiésemos en una sucesión de rocas que caerían sobre nosotros una tras otra como el cometa Shoemaker sobre Júpiter... pero con la diferencia de que las rocas se habrían hecho intensamente radiactivas.
Ni siquiera un aviso con un año de antelación sería suficiente para una actuación adecuada. Pero lo más probable es que no viésemos el objeto -ni aunque se tratase de un cometa- hasta que estuviese a unos meses de distancia, lo que sería con mucho demasiado tarde.


En definitiva, el día que la trayectoria de la Tierra y de un asteroide semejante se crucen, sea el 21 de Diciembre de 2012 o no, no podremos hacer nada.  Más vale que disfrutemos este fin de semana al máximo, por si es el último.


P.D. y después del 21, cuando compruebes que no se han cumplido las profecías, recuerda que el asteroide aún puede llegar en cualquier momento, y que ésta es sólo una de las causas posibles del fin de la Civilización.  Así que sigue disfrutando tu vida como si no hubiese mañana.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Cataluña, sin tí no soy nada



Pasar por separatista en Madrid y españolista en Cataluña es es extenuante. Muchos ciudadanos de Cataluña sabrán de qué hablo: ellos también se sienten a menudo puentes sobre aguas turbulentas. Pero ya se sabe que, en tiempos de guerra, los puentes son los primeros en ser bombardeados por cualquiera de los dos ejércitos
Julia Otero, en ElPeriodico.com

Pues si, la verdad, me ha definido perfectamente.  Esta es la sensación que tenemos a menudo los que estamos entre dos Tierras (como decía la canción de Héroes del Silencio, ese mítico grupo de mi tierra). 

Somos un puente.  

A veces, al escuchar a mis amigos decir barbaridades sobre los catalanes, intento convencerles de que no caigan en la catalanofobiacon lo que a sus ojos me convierte en catalanista; 

y a veces, con mis amigos catalanes, tengo que decir bien alto y claro que a mí la inmersión lingüística me parece un tremendo engaño, lo que me convierte a sus ojos en la extrema derecha españolista.

Y ¿cómo contempla este humilde puente el aumento de tensión que se está produciendo entre Cataluña y el resto de España?  Pues con mucha tristeza.


Una ¿hábil? maniobra política del presidente de la Generalitat nos obliga a todos, queramos o no, a emitir nuestro voto en las próximas elecciones en sentido identitario, en vez de tener en cuenta criterios más lógicos, como la situación económica, o la gestión de la crísis.

Entiendo a muchos de mis amigos catalanes, que cada vez sienten menos lazos de unión con España.

Pero lo que me indigna es que se dejen engañar.  La intoxicación informativa no les permite encontrar la verdad, y sin embargo es bien sencilla.  Sólo hay que buscarla.  Eso si, hay que buscarla de una manera crítica, sin prejuicios previos.

A mis amigos que van a votar este Domingo, les voy a intentar explicar dos conceptos muy sencillos: déficit fiscal, y superávit comercial.


Primero, ¿es cierto que existe el tan famoso déficit fiscal del Estado con Cataluña?

Sobre este tema hay mucho escrito, y no pretendo extenderme mucho.  En el artículo que bajo mi punto de vista mejor lo explica aparece el siguiente gráfico.


El gráfico muestra el efecto redistributivo del sector público en su totalidad (Administración Central, Seguridad Social, Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales). En el eje vertical se muestra la renta per cápita de los ciudadanos de cada comunidad, y en el eje horizontal la ganancia o pérdida de renta tras la actuación completa del sector público.
Las conclusiones del estudio son claras.  Salta a la vista la bien conocida evidencia de que solo tres comunidades tienen, en la media, un saldo negativo frente al resto del país: Madrid, Cataluña y Baleares.
Pero lo realmente informativo del gráfico se encuentra en la (lógica) pendiente negativa de la relación entre renta y distribución. La única referencia plausible es, por lo tanto, el trato que una comunidad recibe en relación al trato que reciben las demás.  A la izquierda de la recta de ajuste, las Comunidades que son tratadas injustamente, y a la derecha, las que se ven favorecidas por la redistribución de los impuestos.

Como puede verse, Cataluña (y también Madrid y Baleares) son tratados de forma completamente justa, ya que su posición en el gráfico se encuentra sobre la recta de ajuste. A pesar de que los ciudadanos de Madrid pierden, tras la acción del Sector Público Estatal, un 8% de renta, y los ciudadanos de Cataluña pierden alrededor de un 2%.
Y la conclusión más escandalosa del gráfico: las comunidades señaladas con una flecha azul: Navarra y País Vasco (también Asturias, pero por otras razones). La flecha azul indica la posición que deberían ocupar en el gráfico para considerarlas tratadas de la misma forma que el resto. A pesar de tratarse de la segunda y tercera comunidades más ricas de España, son receptoras netas del conjunto del Sector Público español. La explicación es sencilla: mientras dichas comunidades disfrutan de un régimen foral en el que gestionan internamente los principales impuestos (haciendo una pequeña aportación a la Administración Central), en la única administración que comparten con el resto del Estado (la famosa “caja única” de la Seguridad Social) son receptores netos. Así, mientras Navarra debería aportar el 5% de su renta primaria para que la situación fuese “justa”, recibe en cambio algo más de un 1%; por su parte, el País Vasco debería aportar casi el 4% de su renta… ¡y recibe alrededor del 5%!

Sin entrar en esta injusta aberración política y fiscal, con esta gráfica entiendo algo mejor la insistencia de los políticos catalanes en negociar un "pacto fiscal", lo que supondría desviar a Cataluña hacia la derecha en el gráfico, o incluso un concierto económico, lo que supondría pasar aún más a la derecha, y convertirse en receptora neta de impuestos.

Entiendo perfectamente la aspiración de pagar menos impuestos.  Ahora bien, ¿de verdad es eso justo?  

Como trabajador de clase media, soy consciente de que pago más impuestos de los que luego me beneficio.  Cada mes, en mi  nómina, se retienen varias cantidades, que luego gestionará el gobierno (el que sea) como le parezca conveniente. Es evidente que parte de mi esfuerzo se destina a pagar a otras personas que no están trabajando. Parados y pensionistas son receptores netos, y yo soy donante neto.  ¿Estoy siendo víctima de un expolio fiscal?
Está claro que nadie (bueno, dejemoslo en casi nadie) se atrevería a verlo así; pero, ¿qué pasaría si hubiera una campaña mediática en ese sentido? Si yo recibiera información diaria de manera orquestada, a través de todos los medios posibles, sobre la cantidad de dinero que pierdo, sobre la escandalosa manera en que gastan mis impuestos parados y pensionistas, lo bien que viven gracias a mí, etc, seguramente pensaría de otra manera. Quizás terminaría por estar a favor de políticas dirigidas a reducir ese "expolio", como la reducción drástica del subsidio del paro, la eliminación de derechos de los pensionistas en la Seguridad Social, o incluso la expulsión de inmigrantes en paro (aunque les corresponda el subsidio), o la eutanasia por razones de ahorro.
Cada vez sería menos sensible a la lógica y justa redistribución de la riqueza, incluso terminaría por olvidar que cabe la posibilidad de que yo mismo me quede en paro, o que si llego a viejo tendré mis achaques, y necesitaré beneficiarme del sistema público de salud. El foco de atención está centrado en el dinero que estoy "perdiendo" ahora, y yo sólo veo eso.

Así es como manipulan a la opinión pública catalana.  Centrando el foco de atención en un único punto, y olvidando el resto.


Existe otro potente argumento que compensa los esfuerzos del (innegable) déficit fiscal catalán: el superávit comercial.  

Sobre esto hay también toneladas de información, pero seré muy breve.  En este completo artículo se dan dos datos muy claros:

- durante el año 2011, la economía catalana vendió 22.684 millones de euros más de los que compró al resto de España (superávit comercial)

- Ese mismo año, el déficit fiscal de Cataluña con el Estado asciende a 16.434 millones de euros

Echen cuentas, señores.  Pagar más impuestos, para que las otras regiones de España puedan comprar nuestros productos, sale a cuenta.  Esto es muy fácil de entender, si lo quieres entender, y si te lo explican.  También los ciudadanos alemanes sienten a veces que están siendo tratados injustamente al pagar tantos impuestos, que derrochan los países del Sur de Europa.  Pero su gobierno se encarga de explicarles una y otra vez que esto es imprescindible para aumentar el poder adquisitivo de la población de estos países, y poder exportar productos alemanes al resto de Europa.
Sin embargo en Cataluña no se hace este ejercicio didáctico con la población, más bien al contrario. Y el gobierno central, inexplicablemente, tampoco se encarga de defender este sencillo argumento.

Los sectores más radicales de la derecha nacional, los más ruidosos, se encargan una y otra vez de centrar el debate en la confrontación, dando más y más argumentos a los separatistas catalanes.  Da igual que en realidad sean una parte muy pequeña de la opinión pública española.  Aquí en Cataluña se les da todo el altavoz que necesiten, para completar el otro concepto necesario para reclamar la independencia: que España nos odia.  Como dice el periodista Ignacio Escolar en este estupendo artículo de opinión , "con sus palabras alimentan esa misma ruptura del Estado que dicen querer combatir. Han encendido durante años el odio anticatalán, y ahora, cuando el monte se quema, avivan el fuego todavía más. Si algún día Catalunya consigue la independencia, se habrán ganado a pulso un hueco en el callejero de Barcelona por su enorme ayuda a la nueva nación"

Y con este triste panorama de manipulación informativa nos enfrentamos a las elecciones del próximo Domingo. 

Algunos defensores del proceso de secesión lo definen como un divorcio, en el que el hombre (España), por mucho que esté arrepentido de sus innumerables errores de pareja, ya es demasiado tarde.  Es una forma de verlo.  Utilizando una vez más el arma más potente del nacionalismo: el victimismo, echar la culpa de todo al otro. 

Pero yo me quedo con la reflexión más moderada, más conciliadora, con la que concuerdo completamente: " Cataluña no es a España como una extremidad que puede ser arrancada del cuerpo, y que el cuerpo tenga capacidad para seguir viviendo.  La independencia de Cataluña no significaría sacar a Cataluña de España, sino acabar con España, porque España no tiene sentido sin Cataluña, y no podría sobrevivir sin ella.  Ni España es el problema, ni la Independencia es la solución.  El Estado que necesita y reclama Cataluña para defender sus intereses, es, y tiene que ser, España"


Eso es lo que hay que contarles a los catalanes.  Y no amenazarles con que Cataluña saldría del Euro, de la Unión Europea, aumentaría su deuda, etc.  Eso ya no les asusta.  Como la mujer que tiene tomada la decisión de divorciarse, está preparada para los ataques de furia de su marido.
Si yo fuera ese marido, intentaría calmarme, reconocería que muchas discusiones se han debido a mis propios errores, y utilizaría la famosa letra de otro grupo aragonés, Amaral, y le diría:

Cataluña, sin tí no soy nada


   
   

viernes, 19 de octubre de 2012

Amigo Inmigrante



Me preocupa escuchar cada vez con más frecuencia argumentos xenófobos entre mis amigos.  No digo racistas, porque todos somos racistas (yo el primero) en mayor o menor grado. Todos tenemos algo de manía, repelús que dirían en mi tierra, a las personas de alguna nacionalidad, raza o religión. Yo me refiero a que por culpa de la dura situación actual está creciendo, en todas las capas sociales, los argumentos xenófobos, los que echan la culpa de todas nuestras penurias al gran número de inmigrantes que hay en España.

¡Con la cantidad de parados españoles que tenemos! Nos están quitando el trabajo, porque aceptan cobrar una mierda, y sin contrato ni ná, y los de aquí nos vamos al Paro.
Te suena, ¿verdad?

Como si pudiera haber un país sin inmigrantes.  Como si no hubiera españoles que trabajan (hacen chapucillas) sin contrato, o cobrando una mierda. Como si los españoles no hubieran tenido que emigrar en el pasado.

Me preocupa, porque siempre hay quien intenta dirigir esta frustración para sacar réditos políticos. Personajes como el que sale en la foto, Josep Anglada, del partido ultraderechista y xenófobo Plataforma per Catalunya, utilizan muchos de estos argumentos para su propio beneficio,  sin importarles fomentar un peligroso odio a todos los extranjeros. Argumentos como los que utilizó Hitler para llegar al poder. 

Por eso voy a intentar desmontar algunas de las mentiras, argumentos falsos, y leyendas urbanas de la xenofobia. 
No contéis conmigo para darles argumentos.  No contéis con mi apoyo cuando escuche mitos y falacias que sólo sirvan para fomentar el odio a los inmigrantes.


En España hay demasiados inmigrantes. 
FALSO.
¿Qué quiere decir demasiados? Veamos un ejemplo: Estados Unidos, la primera potencia mundial, ha sido creada y desarrollada exclusivamente por inmigrantes. Está en constante cambio, debido a los cambiantes flujos migratorios, e incluso ha llegado ya el momento en que los recién nacidos blancos ya no son mayoría en EE.UU.


Si los primeros británicos hubieran cortado totalmente la entrada de inmigrantes de otras nacionalidades, hoy Estados Unidos sería un absoluto cero a la izquierda en el Mundo.


Los inmigrantes se aprovechan de nuestra Seguridad Social. 
ROTUNDAMENTE FALSO. 
Hay varios estudios que demuestran que los inmigrantes aportan al Estado más de lo que recibenLas conclusiones son claras: son un colectivo en el que la mayoría de sus miembros están en edad de trabajar; hay pocos niños o ancianos, que son los que más gasto suponen para el sistema de Salud Pública.  Por tanto aportan ingresos al estado, vía consumo (IVA) y cotizaciones (IRPF, Seguridad Social, porque aunque parezca mentira la mayoría de los inmigrantes trabajan con contrato) mientras que utilizan nuestro sistema de salud menos que los españoles: van menos al médico de familia, y mucho menos a los especialistas. Únicamente usan algo más los servicios de urgencias, lo que hace que junto con nuestros adorables ancianos abarroten las salas de espera de los ambulatorios, y den una clara imagen de masificación, con lo que se generan este tipo de comentarios de rechazo.  Pero los números no mienten; no es en absoluto cierto que los inmigrantes se aprovechen de nuestro Sistema de Salud.

Los chinos se van a quedar con todos nuestros negocios. Montan negocios porque tienen una exención de impuestos por ser extranjeros, y cuando se les acaba, o se lo traspasan a un familiar, o lo cierran y abren otra cosa. 
LEYENDA URBANA. 
Todo el mundo dice conocer dicha particularidad de nuestro sistema contributivo, que les favorece.  Pero, como afirma un inspector de Haciencia en este excelente reportajeno existe exención de impuestos ni para los chinos ni para ninguna otra nacionalidad o grupo étnico.  Sería, además de injusto, ilegal. Los chinos pagan impuestos por sus negocios, por cierto pagan mejor que los españoles. Por cierto, recomiendo ver el reportaje completo, para terminar de desmontar mitos sobre los chinos afincados en España.
Recientemente se ha desmontado una red de blanqueo de dinero de mafias chinas, lo que empeora claramente la mala imagen que tienen entre nosotros.  Pero realmente no es más que eso: un grupo organizado, relativamente pequeño en número, que han realizado actividades delictivas con un volumen realmente grande.
La realidad social de los inmigrantes chinos es bien diferente: la inmensa mayoría de los que se asientan en España tienen que trabajar muy duro para llegar a abrir un modesto negocio.  Son más trabajadores, más sacrificados, tienen más espíritu emprendedor, y más sentido de la responsabilidad que nosotros, los españoles.  Y como son una competencia muy dura, recurrimos a mentiras como esta para intentar hacerles daño. 

Los inmigrantes traen la delincuencia a los barrios donde se instalan. MENTIRA. No es un problema de nacionalidad. En absoluto. Es un problema de nivel económico y social. Los inmigrantes vienen a rellenar el hueco que les deja la sociedad. Lamentablemente, es nuestra sociedad la que los expulsa a los niveles más bajos, a las condiciones de vida más difíciles. Son innumerables los casos de inmigrantes con alta cualificación que acaban siendo explotados en los trabajos más denigrantes y peor pagados.
La delincuencia es una consecuencia de la pobreza. No de la inmigración.

Por supuesto me quedan muchos más mitos y falacias sin comentar, pero estos son para mi los más claros.  Para terminar, os dejo con un vídeo que se emitió por TVE en Navidades del año 1996, en el que ya les dedicaba a los inmigrantes unas palabras de las que todavía hoy estoy orgulloso.  De las palabras sí, porque de las pintas que me cantaban con ese chaleco y esos pelos ya no estoy tan orgulloso...

viernes, 31 de agosto de 2012

Mi robot aspirador no sigue las tres Leyes de la Robótica




Todos hemos tenido alguna vez la sensación de que llegará un momento en el que las máquinas se cabrearán con sus creadores, los frágiles y patéticos humanos, y nos destruirán.  Parece que la evolución de la inteligencia artificial no puede tener ningún otro final diferente.  Pero, ¿hay alguna manera de protegernos ante este funesto futuro?

El genial escritor de Ciencia Ficción Isaac Asimov imaginó un futuro en el que los robots formarían un papel importante para la Humanidad, conviviendo en paz con nosotros, y evolucionando en una simbiosis perfecta.
Para ello, desarrolló un sistema perfecto de protección del ser humano, que él llamó Las Tres Leyes de la Robótica.
Estas Tres Leyes son unas normas que el robot estaría obligado siempre a cumplir, al estar impresas en su cerebro mismo (en la ROM, la memoria de sólo lectura).    Estas normas no se podrían pues modificar, y si el robot las intentara desobedecer, su cerebro se vería inmediata e irreversiblemente dañado.

Las famosas Leyes representan el código moral del robot.  Cada una de las decisiones que el robot tiene que tomar de manera independiente deben pasar por estas tres reglas lógicas.


  1. 1ª LEY: Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

  2. 2ª LEY: Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.

  3. 3ª LEY: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.


Así de simple.  Así de perfecto.  La seguridad del Ser Humano está garantizada por este triple problema de lógica.
El propio Asimov comprobó la validez de dichas leyes en infinidad de situaciones, en varios de sus libros (Yo, RobotLas bóvedas de aceroEl sol desnudoLos robots del amanecerRobots e Imperio)

Cualquiera podemos plantear una situación en la que un robot tendría por obligación que actuar de una u otra manera, a partir de dichas leyes.

Un ejemplo sencillo: un robot descubre a un hombre, armado y peligroso, que está violando a una mujer.  El robot recibe dos órdenes simultáneas; la mujer le pide auxilio, y el hombre le ordena que se mantenga al margen.  Para recalcar esta orden, el hombre apunta al robot con un arma capaz de destruirlo.

¿qué debe hacer el robot?

Muy fácil: 

- Primero, de acuerdo con la Primera Ley, el robot no puede hacer daño a ninguno de los dos seres humanos, ni siquiera al violador.
- Sin embargo, su inacción permitiría que la mujer sufriera daño, y estaría incumpliendo la Primera Ley. Por tanto, el robot se decide a actuar, con el objetivo que la mujer no sufra daño.
- El robot debe obedecer a los humanos, siempre que esa orden no contradiga la Primera Ley.  Por tanto, la orden del violador no debe ser obedecida.  Sin embargo, la orden de la mujer es perfectamente compatible con todo lo anterior.
- Por tanto, el robot está obligado a proteger a la mujer sin causar daño al violador.
- El robot en ese caso no podrá proteger su propia existencia, manteniéndose fuera del alcance del arma.  Esto entraría en contradicción con su obligación de auxiliar a la mujer (1ª Ley), y con la de obedecer a su orden (2ª Ley). Intentará salvarla, aunque eso suponga su propia destrucción.

Como código moral es intachable.  No sé cuántos de nosotros tomaríamos impulsivamente la misma decisión, a pesar de saber que nuestro código moral nos obliga a ello.

Parece un sistema perfecto.  ¡¡Este tío era un hacha!!  Por mucho que se desarrollen los robots en el futuro, y nos superen en fuerza, inteligencia, rapidez, etc, nunca nos causarán daño. 
Supongo que todos los desarrollos de inteligencia artificial actuales están teniendo en cuenta esta magnífica manera de protección, de una u otra manera.  Lástima que la evolución de la robótica está siendo un poco decepcionante, y todavía los robots no son lo que Asimov esperaba.  Lo más "avanzado" y asequible que podemos encontrar hoy en día es un robot aspirador.  Llamarlo robot es un chiste, pero bueno.  Sin embargo, un incidente que ocurrió con el que tenemos en casa, me hizo sospechar que las tres Leyes no están instaladas en estos "robots".  Mientras el sufrido aspirador estaba buscando polvo y suciedad por todas las esquinas de la casa, dejé distraidamente la puerta abierta. Al salir de casa, encontré al robot parado en el rellano, a escasos centímetros de un precipicio de cinco pisos, a punto de caer.  Eso me hizo plantearme brevemente que su sistema de seguridad anti-caídas era equivalente a la 3ª Ley, puesto que el robot había protegido su propia existencia.  En ese caso, pensé, una sencilla orden que obligara al robot a avanzar, a través por ejemplo del mando a distancia, activaría la 2ª Ley, por la que el robot tendría que obedecerme, precipitándose al vacío.  Por si acaso, no quise tentar a la suerte, por lo que nunca sabré si el robot habría dado prioridad a su propia seguridad o a mi estúpida orden.  Decidí mejor intentar comprobarlo a través del libro de instrucciones.
Pues bien, allí no encontré ninguna referencia a las tres Leyes, ni siquiera a la más importante de todas, la primera. Bueno, ciertamente es ridículo planteárselo para un inofensivo robot aspirador, puesto que no tiene mucha capacidad de hacer daño. Pero supongo que robots más avanzados si que deberían tener en cuenta estas leyes de la robótica.

Para mi profunda decepción, nadie parece estar teniendolas en cuenta para el desarrollo de sus robots.  Ni siquiera Honda, con su famoso robot ASIMO hace ninguna referencia al tema (y eso que su nombre tiene un sospechoso parecido con Isaac ASIMOv).
Bueno, tranquilos, tampoco este gracioso robot con forma de niño tiene aparentemente ningún peligro para nosotros.  Quizás es demasiado pronto para que en nuestra sociedad se haya instalado el debate de si las máquinas creadas por el Hombre se pueden volver contra él, y de cómo protegernos.

Pero la robótica, aunque lenta, va avanzando. Un día, aunque sea lejano, existirá un robot tan tan avanzado que puedan dedicarse, por ejemplo, al cuidado de nuestros hijos: realizarán todas las tareas más repetitivas o tediosas, sentirán un amor incondicional hacia esas delicadas criaturas, y podrán enseñarle a los niños muchas cosas, con una infinita paciencia.  


Pero ese día espero que ya haya quedado claro que es imprescindible tener un sistema de protección tan sencillo y poderoso como las Leyes de la Robótica.  Porque a todos nosotros, por mucho amor que tengamos a nuestros hijos, hemos tenido en algunos momentos ganas de saltarnos la Primera Ley de la Robótica. 


miércoles, 25 de julio de 2012

FUNCIONARIOcracia



Hace un tiempo debatíamos unos amigos sobre si estabamos de acuerdo con la célebre cita de Winston Churchill:"La Democracia es el menos malo de los sistemas políticos". Un amigo mío, al que mantendré en el anonimato por discreción, inventó un sistema que pretendía ser mejor que la democracia, que él llamó "LUISocracia". Agradezco desde aqui a ese amigo "anónimo" por dejarme difundir su idea.  ;-)

Pues bien, la idea parte de uno de los fallos principales de la democracia: los criterios del votante para elegir a su candidato son tan variados y misteriosos que no siempre (bueno, en realidad casi nunca) llevan a la elección de la persona más adecuada para el cargo.  Puede haber mil explicaciones a este hecho, pero no deja de ser cierto; sólo hay que ver la escasa preparación de los últimos presidentes del gobierno en temas tan fundamentales en el ámbito internacional como el dominio del inglés.

Pero, si el pueblo no elige a su gobernante, ¿lo que estamos proponiendo es una dictadura? Tampoco nos pasemos. El segundo pilar en el que se basa este sistema político es la irresistible atracción que ejerce en España la figura del funcionario. El planteamiento es tan sencillo y brillante como el siguiente: los puestos de responsabilidad política máxima (digamos ministros, vicepresidente y presidente del gobierno) deberían ganarse POR OPOSICIÓN.

Ahora por favor te pido que antes de desechar esta idea como ridícula o estúpida le dediques un par de líneas más. 

Indudablemente, con una buena remuneración acorde a la responsabilidad no faltarían candidatos para las oposiciones.  El simple hecho de que sea una oposición (partimos de la base que sería una oposición justa, sin trampas) garantizaría la llegada al puesto ofertado de la persona más cualificada. Tendríamos a un muy buen economista como Ministro de Economía, y  un muy buen médico como Ministro de Sanidad. Y el presidente del gobierno sería el mejor gestor que podemos imaginar. Y por supuesto, sabría inglés...

Faltaría pulir infinidad de detalles, como por ejemplo cada cuánto se "celebran" Elecciones-Oposiciones, o qué pasa con la persona que ha ostentado un cargo después de acabado su mandato. También habría que ver cómo se definen los requerimientos para cada puesto, y el temario para el examen.

Pero no me niegues que la idea va tomando forma. 

Un país en el que el sueño de la mayoría es ser funcionario, sería gobernado por funcionarios. 

¿Y dónde dejamos el poder de elección del pueblo? Pues muy sencillo, habría que consultar cada cierto tiempo cuales son las cuestiones que considera la mayoría de la población más importantes (como se hace ahora con las encuestas del CIS) para cada ministerio, y así poder asignar un mayor o menor peso a una u otra parte del examen. Si, por ejemplo, el terrorismo islamista pasa a ser la mayor preocupación de los españoles, la parte del examen de oposición para Ministro de Interior dedicada al conocimiento de las redes integristas mundiales pasaría a tener más valor.  Sencillo, y "democrático"

Os dejo que maduréis la idea, seguro que se os ocurren formas de pulirla o mejorarla.  Y para terminar, el eslógan de este sistema político:

¡FUNCIONARIOS AL PODER!

miércoles, 20 de junio de 2012

El Rey ha muerto. Viva... ¿la Republica?


A veces me sorprende la extraordinaria reticencia de algunos en ceder el poder. Hablo de la monarquía española, pero lo mismo se podría aplicar a muchas otras personas que ostentan cargos de responsabilidad o poder en muchos otros ámbitos: empresas, organizaciones, etc.

El caso de nuestro monarca me parece especialmente representativo: el poder de la actual monarquía parlamentaria es realmente insignificante; su sucesor en el cargo es conocido desde hace mucho tiempo, y además goza de su absoluta confianza; la línea sucesoria, más allá de su sucesor directo, está ya garantizada.  Entonces,  ¿por qué no abdica el Rey en su hijo de una vez, y se dedica a disfrutar de su dorada (y Real) jubilación?

Retirarse voluntariamente de un cargo, aunque sea honorífico, tiene varias dificultades: primero, reconocer que tu tiempo ha pasado ya, que tu sucesor tiene mucho más que aportar que tú, que los métodos que tú utilizaste eficazmente en el pasado no funcionan en la actualizad; reconocer, en definitiva, que el Mundo ha cambiado demasiado, y que estás demasiado viejo para adaptarte.   Segundo, elegir el mejor momento para retirarte.  Posponer la decisión de retirarse hasta tener solucionados algunos pequeños detalles que no te terminan de gustar, y que más adelante esos detalles no sólo no se solucionen, sino que vayan en aumento, puede ser una indicación clara de que no estás reconociendo con claridad el punto anterior, es decir, que tu tiempo ha pasado ya.

La Casa Real española tiene un gabinete para sondear la opinión pública sobre la aceptación de la propia institución de la monarquía.  Existen varios factores que pueden afectar a dicha aceptación: por supuesto, existe en España una evidente tensión, sobre todo desde los territorios más nacionalistas, y desde los partidos de izquierda, hacia la nueva instauración de la República. Esta tensión se anuló eficazmente durante la transición a través de la figura personal de Juan Carlos I.  Su cercanía al pueblo, y su posicionamiento en momentos clave de dicha transición (la elección de Adolfo Suárez como presidente, y su posición de fuerza para anular el golpe de estado del 23F son sólo dos ejemplos) han hecho que don Juan Carlos goce de la confianza de la mayoría.

Pero su figura está sufriendo el desgaste lógico del paso del tiempo.  Hace tiempo que se debe estar planteando si debe o no abdicar en su hijo Felipe, y cuándo hacerlo.   

Ciertamente, los acontecimientos que rodean a la Casa Real durante los últimos años no se lo están poniendo nada fácil.  Sólo por citar algunos casos que le hayan podido llevar a posponer su decisión están:

- La polémica retirada de la portada de la revista  El Jueves
- La famosa salida de tono con el “Por qué no te callas"
- La evidente (presunta, quería decir) corrupción del yerno  Iñaki Urdangarin
- Las muy criticadas vacaciones del Rey en Botswana para cazar elefantes

De momento, los únicos que se han librado de situaciones que dañaran su reputación son precisamente los herederos al trono, Felipe y Letizia. Aparte, claro está, de la discreta reina doña Sofía. Esto podría acelerar la decisión del Rey en ceder el relevo, y mantenerse en un discreto segundo plano. Pero existe la creencia de que Felipe no goza de la misma popularidad de su padre. Muchos dicen que en España somos Juancarlistas, pero no monárquicos.   Esta exaltación de Juan Carlos I ha sido adoptada con naturalidad por un amplio espectro de la población, incluidos notables republicanos, hasta el extremo que muchos partidarios de la monarquía se muestran incapaces de hacer una defensa coherente de la institución. Es más fácil ensalzar la figura de un rey que defender la institución que encarna.  Pero también es mucho más peligroso.  Bastará con que ese rey empiece a chochear, o a meter la pata, para que la adulación se convierta en sátira, y en definitiva en un ataque corrosivo para la monarquía.

Parece que nuestro Rey no es consciente de este peligro.  Tampoco su gabinete parece saber aconsejarle sobre los beneficios de ceder el trono.  En unas declaraciones recientes, la reina Sofía afirmó que ”don Juan Carlos no piensa en abdicar porque para que la Monarquía en España se afiance se necesita que se escuche esa tradicional frase:  El Rey ha muerto. Viva el Rey”

Por tanto, parece que la Su Majestad no tiene la misma opinión que yo sobre la mejor manera de afianzar la joven monarquía parlamentaria española. Su receta es recurrir a frases y costumbres de la Edad Media.  Espero pues, por su bien, que no se produzca un proceso de desgaste como el que he descrito anteriormente. Que la opinión pública vaya aceptando de manera condescendiente el inevitable paso del tiempo sobre su jefe de estado.  

Pero me temo que, si ya a día de hoy ya hay un gran desconocimiento sobre el importante papel que juega el Rey en las relaciones diplomáticas al más alto nivel, y su trabajo en beneficio de los intereses de nuestro país, conforme Don Juan Carlos se vaya convirtiendo en un viejecito cada vez más limitado y más delicado de salud, la sensación general de que se trata de un cargo inútil y prescindible irá en aumento.

Vaya papelón para el príncipe Felipe, si el día que haya que gritar la famosa frase, el clamor popular la cambie por otra muy diferente:
El Rey ha muerto.  ¡Viva la República!
 

martes, 8 de mayo de 2012

No enseñes a tu hijo chino, enseñale morse





De vez en cuando escucho a padres que, orgullosos, me dicen que han apuntado a su hijo a clases de chino. Su argumento habitual es que China será pronto la primera potencia mundial, y que conocer su idioma dará a su hijo una ventaja importante cuando se enfrente al mercado laboral. Sin embargo, bajo mi punto de vista esa es una de las decisiones más erróneas que pueden tomar esos padres si quieren que sus hijos adquieran conocimientos realmente útiles.
Como siempre, esta es sólo mi humilde opinión, pero intentaré argumentarla desde tres puntos de vista diferentes: histórico, geopolítico, y etimológico.

Desde un punto de vista histórico la situación actual de China no es muy diferente a la que ha tenido en otros periodos de la historia.  Por ejemplo,  en la Edad Media China aventajó claramente a Europa en tecnología al menos hasta el siglo XIV. La larga lista de sus grandes primicias tecnológicas incluye el hierro fundido, la brújula, la pólvora, el papel, la imprenta y muchas otras. También estuvo a la cabeza del mundo en poder político, navegación y dominio de los mares. A comienzos del s.XV envió flotas en busca de tesoros, formadas por cientos de embarcaciones y con unas tripulaciones totales de 28.000 hombres, décadas antes de que las tres minúsculas carabelas de Colón cruzasen el estrecho océano Atlántico para llegar a las costas orientales de América. ¿Por qué los barcos chinos no cruzaron el Pacífico para colonizar las costas occidentales de América mucho antes que Colón? ¿Por qué, en una palabra, China perdió su ventaja tecnológica frente a la hasta entonces tan atrasada Europa?

El fin de las flotas chinas buscadoras de tesoros nos ofrece una pista.  Siete de aquellas flotas zarparon de China entre 1405 y 1433. A partir de ese año fueron suspendidas como consecuencia de una aberración típica de la política local que pudo suceder en cualquier lugar del mundo: una lucha de poder entre dos facciones de la corte china: los eunucos, facción que había sido identificada con el envío y gobierno de estas flotas, y sus oponentes. De ahí que cuando la segunda facción se impuso en una lucha por el poder, dejó de enviar flotas, desmanteló los astilleros y prohibió finalmente la navegación de altura.

Una sola decisión detuvo la expansión marítima de China. Aquella decisión temporal terminó siendo irreversible, porque no quedaron astilleros para construir barcos que demostrasen la insensatez de aquella decisión.

En comparación, las flotas de exploración europeas estaban mucho menos desarrolladas por aquel entonces.  Cristobal Colón, italiano de nacimiento, cambió su lealtad hacia el duque francés de Anjou, y después hacia el rey de Portugal. Cuando éste rechazó su petición de naves para emprender la exploración rumbo al Oeste, Colón recurrió al duque de Medina-Sidonia, quien también la rechazó, después al conde de Medinacelli, quien hizo lo mismo, y por último a los reyes de España, quienes finalmente aceptaron su requerimiento. Si Europa hubiera estado unida bajo cualquiera de los tres primeros gobernantes, la colonización europea de América podría no haber visto nunca la luz.

Muchos otros avances, como la invención del cañón, la imprenta, la luz eléctrica, las armas de fuego, etc, encontraron al principio indiferencia u oposición en algunas partes del continente europeo, por una u otra razón idiosincrásicas locales. Sin embargo, si un estado no continuaba con una innovación concreta, otro distinto lo hacía, obligando a los estados vecinos a hacer lo mismo para no ser conquistados, o quedar rezagados. Nunca ha habido en Europa un déspota que haya podido cerrar el grifo de la difusión de las tecnologías e ideas.
Actualmente China se encuentra unificada de una manera muy similar a la de la Edad Media, bajo un régimen en el que las decisiones de unos pocos pueden afectar drásticamente a cientos de millones de personas, y desviar la tendencia actual de crecimiento de China en la dirección equivocada. Y si no, sólo hay que ver el inmenso efecto que tuvo la reciente Revolución Cultural de Mao Zedong sobre la economía china.

Desde el punto de vista geopolítico, no es difícil darse cuenta de que todos los estudios serios sobre la situación geopolítica mundial del s.XXI reservan a China un papel relevante. China representa el candidato más importante para disputar a Estados Unidos la supremacía económica que ha gozado desde principios del siglo XX. Junto con Rusia, Japón, la India e Irán  representan un modelo basado en un gobierno central fuerte y eficiente en la promoción del crecimiento económico, que impone orden y estabilidad internamente –un gobierno autocrático– Pero para casi ningún autor esto se reflejará necesariamente en una rivalidad política internacional.  El objetivo central de este modelo es fundamentalmente interno y centrado en el crecimiento de la economía y la resultante reducción de la pobreza. La mayoría de los autores consideran que existen y existirán las condiciones para que Estados Unidos se mantenga como la gran potencia en el siglo actual. 
Según el estudio de George Friedman en China existen tensiones sociales, diferencias regionales y vulnerabilidad económica que le impedirán consolidarse como una gran potencia. La combinación de estos factores producirá una crisis política que regresará a China a un escenario de fuertes rivalidades regionales con un gobierno central luchando infructuosamente por mantener el control. Como en el pasado, China terminará defendiéndose contra la penetración extranjera y siendo incapaz de proyectar su poder hacia el exterior.
Hay muchísima más literatura sobre la probable supremacía mundial estadounidense durante el siglo XXI, así que no parece creíble que dentro de 20-30 años, cuando nuestros hijos se incorporen al mercado de trabajo, dependamos más de las decisiones tomadas en Pekín que de las tomadas en Washington.

Y por último, el argumento que yo creo más contundente para convencerte de que no apuntes a tu hijo a clases de chino es el etimológico.
En el alfabeto chino mandarín, el idioma más utilizado en China, cada carácter está formado por una intrincada serie de trazos, a veces hasta 64.
La combinación de estos trazos de diferentes maneras le puede dar a cada uno de los caracteres significados totalmente diferentes. Los principales diccionarios chinos incluyen alrededor de 56.000 caracteres diferentes.  Aunque para una alfabetización puramente funcional “sólo” se requiere un conocimiento de entre 3.000 y 4.000 caracteres. Frente a los 26 caracteres del alfabeto inglés.


La escritura en chino mandarín en un ordenador es aún más complicada. No hay un sistema estándar, por lo que dos teclados chinos puede no ser exactamente el mismo y puede que no funcionen de la misma manera. Los usuarios de la China continental es probable que utilicen un método y un teclado muy diferente que los de Taiwán o los de Hong Kong.
El método transliteración Pinyin es uno de los más usados, y consiste básicamente en usar las teclas estándar del alfabeto latino en un teclado QWERTY occidental para producir un caracteres de la escritura china en base a su sonido. El ordenador convierte automáticamente la ortografía escrita en ortografía Pinyin a los caracteres correctos chinos en la pantalla. O al menos se supone, porque hay un montón de palabras chinas que suenan similar, pero un aspecto diferente en el papel.
Otro método usado para una mecanografía más veloz es el método de entrada llamado Wubi, que traduce la forma de los propios trazos chinos. Para escribir un carácter chino con este método se debe "deletrear" un carácter chino escribiendo hasta cuatro trazos, en una secuencia de teclas que corresponden a lo que parece y cómo se dibuja.
Como se puede ver el uso del idioma chino es sumamente complicado en el mundo actual de la información y de la comunicación por escrito.  Los chinos que quieren hacer negocios por el mundo utilizan y utilizarán la lengua universal actual, el inglés.  El chino no puede convertirse en un idioma universal hasta que no evolucione lo suficiente para que se pueda escribir en un teclado normal. Y la evolución de las lenguas no es precisamente rápida.


Así que si usted quiere proporcionarle a su hijo unos conocimientos realmente útiles, asegúrese de que aprenda bien inglés.  El sistema educativo actual tiene unas tremendas limitaciones en la enseñanza del inglés, y todo el esfuerzo que se invierta en reforzar esta aptitud tan básica en el mundo actual será la mejor inversión que le puede ofrecer a su hijo.


Pero si lo que usted quiere es proporcionarle conocimientos inútiles, tampoco le enseñe chino, enséñele morse. Al menos cuando ocurra algún desastre apocalíptico que corte todas nuestras comunicaciones, excepto las de radio, su hijo conocerá el único idioma que se podrá utilizar para comunicarse a distancia.  Si, ya sé que eso es muy poco probable, pero aún es menos probable que los chinos logren la supremacía mundial durante este siglo, y que además decidan imponer su idioma como lengua universal.   

Además, el morse es mucho más divertido y requiere mucho menos esfuerzo que el chino.


viernes, 4 de mayo de 2012

Al señor Ramón

Estimado señor Ramón,
Hace un par de días decidí hacer algo que me había prometido a mí mismo no hacer nunca: eliminar un texto publicado en este blog.

En ese texto me desahogaba (bien a gusto, he de decir) sobre  su forma de tratar un par de conflictos que surgieron entre nosotros.  Reconozco que utilicé palabras muy duras, pero intenté explicar bien por qué utilizaba esos términos y no otros.
No he decidido eliminar ese texto porque me arrepienta de esas palabras, ni porque tenga miedo a las consecuencias.  Me alegro de que por fin haya encontrado el texto original, y le repito lo que le escribí entonces: "Si llega usted hasta aquí y lee estas palabras, no espere que yo me retracte de nada de lo que he escrito. Y sepa también que en el mundo actual de la información es mucho mejor abrir canales de comunicación que cerrarlos, porque si alguien está descontento con usted ya encontrará la forma de hacerlo; no tiene más que escribir sus quejas en un blog, y queda escrito para la posteridad."
Hay dos razones más importantes para que haya traicionado mi promesa.  La primera es que no quiero que nadie se lleve una mala impresión del colegio en el que usted es director por mis palabras.  Al escribir impulsivamente llevado por mi monumental cabreo cometí un error del que me arrepiento: mencioné varias veces su nombre completo y el nombre del centro, por lo que alguien podría encontrar esta publicación mientras buscaba, por ejemplo, opiniones sobre este centro escolar en internet. No se preocupe, esto no ha pasado realmente, porque hasta hace dos días los únicos que leían mi blog eran mis familiares y amigos más cercanos. Aunque le recomiendo que reflexione sobre mis palabras, si sigue resolviendo así los conflictos que surjan con los padres usted mismo se encargará de estropear la imagen del centro.

La otra razón es que usted, personalmente, no se merece que cuando se busque su nombre completo en Google, el primer resultado que se muestre sea una dura crítica a su persona.  Nadie lo merece.  Sólo hay que darse una vuelta por el grupo de Facebook ex alumnos para darse cuenta de que hay muchas personas que le admiran, sobre todo como profesor.  Como director me ha costado más encontrar a alguien...


Rubí, a 4 de Mayo de 2012

sábado, 7 de abril de 2012

El poliuretano: doble aniversario


El poliuretano es un material generalmente desconocido por la mayoría de sus usuarios. Este versátil material está de aniversario, y por eso le voy a dedicar unas cuantas líneas.
Por una parte, han pasado ya 75 años desde que el Profesor Otto Bayer lanzara la patente inicial que señaló el nacimiento de la química de los poliuretanos en 1937. Este aniversario será conmemorado en la próxima feria internacional UTECH  que tendrá lugar en Maastricht, Países Bajos 17 a 19 abril.
Por otro lado, se acaban de cumplir 10 años desde que comencé a dedicar mi vida profesional a conocer, desarrollar y asesorar sobre este apasionante material.

De una manera muy resumida, se puede decir que el poliuretano es ampliamente utilizado en multitud de sectores industriales hoy en día. Los sectores en los que este material tiene un papel fundamental son tan diversos como el automotriz, aeroespacial, construcción, la fabricación de muebles y ropa de cama, aparatos eléctricos, el calzado y los textiles, la minería, la tubería industrial y fontanería, la refrigeración y el aislamiento, las especialidades médicas y quirúrgicas, etc.  El desarrollo de nuevas aplicaciones para este producto tan versátil es continuo, y nuevas e innovadoras aplicaciones y sectores nos sorprenden cada día.

Para una información más profunda sobre el poliuretano, se puede comenzar, como casi siempre, por Wikipedia

Una curiosidad sobre los inicios del poliuretano.  A pesar de que su creador se llamaba Otto Bayer, no tiene nada que ver con la multinacional alemana Bayer. Este químico industrial alemán era el jefe del grupo de investigación que descubrió la poliadición para la síntesis de polímeros de poliisocianato y poliol en la empresa IG Farben. El Dr. Otto Bayer comparte apellido con el venerable Frederich Bayer, fundador de Bayer Corp, pero no forman parte de la misma familia.

La producción comercial de espuma de poliuretano flexible comenzó en 1954, basado en diisocianato de tolueno (TDI) y polioles de poliéster.
El poliol de poliéter, el primero comercialmente disponible, poli (éter tetrametilen) glicol, fue presentado por DuPont en 1956 por polimerización de tetrahidrofurano. Polialquilenglicoles menos caros fueron introducidos por la empresa BASF y Dow Chemical en 1957. Otros pioneros de la fabricación industrial del PU fueron Union Carbide y Mobay.

Las primeras formulaciones de poliuretano, en forma de espumas (inicialmente llamado imitación de queso suizo por los inventores) fueron desarrolladas gracias a la introducción accidental de agua en la mezcla de reacción.

Los poliuretanos se presentan en dos formas principales: espumas de poliuretano y elastómeros de poliuretanos. Aparte de las espumas flexibles de, por ejemplo, los colchones, los poliuretanos se utilizan en una amplia serie de otras aplicaciones.


En cuanto al mercado mundial de este material, podemos dar un par de pinceladas rápidas (datos de 2010):
Asia y el Pacífico domina el mercado mundial de poliuretanos, representando el 40,20%. El mercado en Europa representa un 35,59% del mercado total, mientras que el mercado norteamericano representa el 19,96%.
Asia-Pacífico es pues la región más atractiva para el mercado de poliuretanos, impulsado por las economías fuertes de China e India. China es el mercado más grande de Asia y el Pacífico, representó el 20% del mercado mundial y más del 50% del mercado de Asia-Pacífico.
El mercado global de la PU por tipo de producto está dominado por las espumas rígidas y flexibles, que en conjunto representa el 65,02% del mercado total. Los otros tipos de productos principales incluyen revestimientos, adhesivos, selladores y elastómeros.
La demanda de poliuretano está dominado por los muebles y los interiores y los sectores de construcción, que en conjunto representaron el 52,99% del mercado del PU. Los otros usos  principales del PU son, en este orden, calzado, automoción, aparatos electrónicos y electrodomésticos, y embalajes.

Y para aquel que crea que todo está inventado ya, le puedo decir por experiencia que en los últimos diez años he podido comprobar los increíbles avances que ha dado la química del poliuretano.  He visto cosas como: almohadas y colchones viscoelásticos, que se adaptan perfectamente a tu cuerpo; poliuretano ligante  para rocas, que protegen las costas contra la acción de las olas mucho mejor que el cemento; espuma rígida ultraligera, que rellena las aspas de los aerogeneradores; pieles que recubren piezas interiores de un coche, con apariencia muy similar al cuero, pero con un proceso de fabricación cientos de veces más económico; platos de ducha con un tacto cálido y flexible, antideslizante, y con las mismas prestaciones que los habituales. Y muchas otras más.
También he podido recopilar una colección de aplicaciones mucho más artesanales, en las que el poliuretano ha servido para inspirar la creatividad de infinidad de artistas, como se muestra en esta página:



En fin, un mundo apasionante al que he dedicado con pasión los últimos diez años de mi vida profesional.  Puedo decir, no sin orgullo, que cada vez que te sientes al volante de tu propio coche probablemente estarás tocando un material cuya fórmula química conozco muy bien.