Hace no demasiado tiempo, mientras me esforzaba por sacarme la carrera, me llegó la noticia de que la población del planeta ya había llegado a los 6.000.000.000 de habitantes. Este dato me impactó, y decidí escribirle una “carta” al habitante seis mil millones, que publiqué en el periódico universitario de ridícula tirada EL COAXIAL.
(si consigo encontrar el artículo, lo incluiré al final de este post)
Como casi siempre que se habla de números tan grandes, me resulta difícil hacerme a la idea de lo que significa eso. Así que he decidido buscar algo más visual, para llegar a entender si este proceso es sostenible o no.
Y lo he encontrado. Y las conclusiones que he sacado son escalofriantes.
En el siguiente enlace, se puede disfrutar de una simulación a “tiempo real” del ritmo de nacimientos y muertes de los distintos países del mundo: se llama BreathingEarth, y fue creado por un diseñador web australiano llamado David Bleja. También hace una simulación de las emisiones de CO2 de cada país, pero eso yo me voy a centrar más en la población planetaria.La primera conclusión a la que llego es que según este simulador, la población actual es de 6.912.068.908 (12 de mayo de 2011) lo que está bastante cerca de los siete mil millones. Según indica, los datos de nacimientos y muertes vienen de una fuente bastante fiable, el CIA World Factbook.
La visión inicial del mapamundi es curiosa, llena de luces que se “encienden” (nacimiento) y se “apagan” (muerte). Si te quedas un rato mirando, ves que hay zonas donde no paran de nacer y morir personas (India, China, sudeste asiático) y otras en las que tienes que esperar un buen rato para que pase algo (la vieja Europa, entre otras).
Si te sitúas encima de España, por ejemplo, puedes ver que nace una persona cada minuto. No está mal. Para que se produzca una muerte hay que esperar un poco más: 1,3 minutos. Eso quiere decir que la población española (46.594.327) está aumentando lentamente.
Volviendo a la zona “caliente” del mapa, el sudeste asiático, vemos que hay mucho más movimiento. China, a pesar de su férreo control de natalidad, tiene un nacimiento cada 1.9 segundos. También mueren los chinos a un ritmo bastante alto, uno cada 3.4 segundos. Eso quiere decir que la población china está creciendo a un ritmo espectacular: Cada treinta segundos hay aproximadamente seis chinos “netos” más en el mundo. Y esto sobre una población de más de 1.300 millones. Esto empieza a dar un poco de vértigo.
Si hacemos el mismo ejercicio sobre la India, que tampoco anda lejos en población (casi 1.200 millones) vemos que cada 1.3 segundos nace un indio (allí no tienen control de la natalidad como en China) y cada 3.6 muere otro. Esto es un crecimiento aún más espectacular: cada 30 segundos hay aproximadamente 15 indios más.
Me estoy empezando a marear.
De hecho, lo más espectacular de todo, es que el simulador te dice la cantidad de personas que han nacido y fallecido en el mundo desde que lo has puesto en marcha.
En una hora ha habido 23.634 nacimientos, y 10.037 muertes. En una hora la población mundial aumenta en unas 13.500 personas.
Haciendo la prueba durante toda mi jornada laboral (nueve horas, incluyendo la improductiva hora que uso para comer) puedo comprobar que el mundo ha aumentado en población en la espectacular cifra de 122.373 personas. ¡Un momento! que cuando me voy para casa, y dejo de ser productivo, el mundo no para de generar población. Mi jornada laboral debería dar de comer al aumento de población neto de 24 horas (siete días por semana). Es decir, que durante todo un año, el mundo genera aproximadamente 120 millones de hambrientas nuevas bocas que alimentar.
Menos mal que finalmente me he dado cuenta que el esfuerzo de alimentar a esas nuevas bocas se debería repartir entre toda la población activa mundial, que parece ser de aproximadamente 3.000 millones. Esto me da una mucho más confortable cifra de 0.04 nuevas bocas que alimentar cada año por persona activa. Estaba empezando a sentir demasiada presión.
Pero aunque te hayas sentido aliviado por esta última revelación, no creas que te puedes relajar: esto quiere decir que cada 25 años tienes que ser capaz de alimentarte tú mismo, a tus propios hijos (si los tienes), a todas las personas inactivas que se han generado a tu alrededor (familiares jubilados, parados, etc) y a una nueva persona que el mundo ha generado, y que depende exclusivamente de ti. Da igual si tienes hijos o no, el mundo te obliga a “adoptar” a una nueva persona cada 25 años.
NOTA: todos estos cálculos han sido realizados siguiendo la mayor simplificación posible, sin ningún tipo de modelo de simulación (con una calculadora, vamos) y considerando que el crecimiento de la población es lineal. Si se hubiera seguido el modelo exponencial, mucho más preciso en las predicciones de crecimiento, seguramente los números serían mucho más abultados.
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