sábado, 24 de noviembre de 2018

El Vapeo, una excelente alternativa para dejar de fumar


Hoy voy a hablar sobre el tabaco. Y sobre su alternativa, el vapeo.

Antes de empezar, dejadme ponerme serio. Conozco muy de cerca los efectos del tabaco: mi abuelo murió por culpa del tabaco, después de que se le obstruyeran poco a poco las vías respiratorias, con una enfermedad llamada EPOC, que le obligó los últimos años de su vida a arrastrar una bombona de oxígeno, para poder llevar aire a sus pulmones; mi madre murió con 56 años, demasiado pronto, con un cáncer de pulmón que destruyó su cuerpo en tan sólo 3 meses, y casi no nos dejó ni despedirnos. 



Después de una pausa, que he necesitado aún hoy para limpiar mis lágrimas, dejadme que os diga una cosa: estoy completamente seguro de que los mató el tabaco.  No hace falta que nadie me diga que al tabaco se le atribuyen 8 de cada 10 muertes relacionadas con la EPOC, y es el causante del 95% de los tumores de pulmón.

Con esto lo que os quiero mostrar es que puedo afirmar con total seguridad que soy totalmente consciente de los efectos del tabaco, y que cuando hable de alternativas del tabaco no voy a quitarle importancia a ningún potencial efecto que puedan tener sobre la salud. 

Dicho esto, quiero dejar algo claro: 

El vapeo es una alternativa totalmente válida frente al tabaco. 

El que os intente convencer de que es casi tan malo como el tabaco os está mintiendo, y está jugando con vuestras vidas.

El problema que tenemos todos con el cáncer, en general, es un problema de percepción del riesgo. El cáncer es, en definitiva, una lotería. Una tétrica y escalofriante lotería.  Todos tenemos unos cuántos números, por el simple hecho de haber nacido, y haber recibido de manera desordenada y aleatoria los genes de nuestros padres.  Al nacer tienes unos cuántos números para la lotería de cada uno de los tipos de cáncer que puedes desarrollar a lo largo de tu vida. Así de jodido.  No podemos hacer nada para reducir los boletos de lotería que nos han tocado al nacer, pero sí podemos hacer muchas cosas para aumentarlos. Hay cosas a nuestro alrededor, como por ejemplo la contaminación, que nos regalan boletos sin que nos demos cuenta; y hay cosas que nosotros hacemos para comprar aún más boletos.

Hoy mismo, tú tienes un boleto de la lotería del cáncer de pulmón. Respirar aire en un atasco te acaba de regalar 2 o 3 boletos más. Si te fumas un paquete de tabaco, acabas de comprar 100 boletos más. Al final del día, se juega la lotería del cáncer.  Hoy no te ha tocado. Has tenido suerte, le ha tocado a otra persona. 
Pero le ha tocado a alguien, porque siempre toca. 


Mañana se volverá a jugar la lotería del cáncer de pulmón. 

¿Cuántos números vas a jugar?



Querido amigo, si esta forma de verlo te ha convencido, tengo otra mala noticia. El tabaco es una de las drogas más adictivas que existen. No es nada que no supieras ya.  Seguro que ya eras consciente de que el tabaco era malo, y de que deberías dejarlo. Seguro que has intentado dejarlo (incluso lo has conseguido, temporalmente) una o varias veces.
Y aquí es donde el vapeo puede ayudarte. La cantidad de nicotina que introduces en el vapeador es decisión tuya, y puedes intentar reducirla poco a poco, hasta vapear líquidos totalmente libres de nicotina.

Numerosos estudios como éste concluyen que los llamados “cigarrillos electrónicos”, (genéricamente “equipos de vapeo personal”, o “vapeadores”) son un 95% más seguros que el tabaco, y pueden ayudar a los fumadores a dejarlo.

Y ahora es cuando hay que ser muy cuidadoso con los detalles. Analicemos la frase exacta del estudio que he citado:

"Un 95% más seguros que el tabaco": por tanto, no son totalmente inocuos. Pero volvamos a los boletos de lotería.  Si ayer compraste 100 boletos de lotería del cáncer, fumándote un paquete de tabaco, ¿no es mejor comprar hoy “sólo” 5 boletos con el vapeo? Desde luego es mejor no comprar ninguno, y dejarlo completamente.  Pero si vuelves a intentar dejarlo de golpe es muy probable que vuelvas a caer en las garras de la nicotina.

"Pueden ayudar a los fumadores a dejarlo": esa es la función principal de los vapeadores, ayudar a los adictos a dejar el tabaco. Nunca debería ser una opción para alguien que no fuma. Si no tienes adicción física a la nicotina, ni adicción psicológica o social al hábito de introducir en tus pulmones algo que no sea aire, por el simple hecho de saborearlo, NO pruebes el vapeo. El vapeo puede ser una estupenda solución para los fumadores actuales, pero puede también ser lo que inicie en la adicción a otras personas que todavía no fuman. 


Yo nunca te recomendaría que probases el vapeo si no fumabas anteriormente.

Porque ahora viene la parte negativa del vapeo: la promoción del vapeo a los jóvenes, como una alternativa glamurosa del tabaco tradicional, ligada a la tecnología y a la moda. En Estados Unidos, numerosos colectivos están lanzando señales de alarma sobre la enorme campaña promocional de dispositivos de vapeo dirigida a jóvenes, atraídos por los nuevos dispositivos, rodeados de cierto glamour tecnológico “como si fueran los iPhone del tabaco”.




El peligro, nuevamente, está en los detalles. Es cierto que los jóvenes perciben claramente la diferencia de riesgo para la salud entre fumar tabaco (88% percibe que genera bastantes problemas para la salud) y vapear (26%). Pero el problema en este caso no está en los números para la lotería del cáncer que se compran con una cosa y con otra. El problema para los jóvenes es la nicotina. La introducción en el vapeo les genera una adicción a la nicotina de la que será difícil que escapen durante el resto de su vida. Y no se debe olvidar que los jóvenes pueden pasar del vapeo al tabaco con facilidad. 


El vapeo puede ser una herramienta fantástica para conseguir reducir el consumo de tabaco en actuales fumadores, pero el problema es que ese camino tiene dos sentidos.
De la misma manera que el 92% de los vapeadores ha dejado de fumar, tenemos que el 26,8% de adolescentes de 14 a 18 años ha probado los nuevos cigarrillos electrónicos, y la mitad de ellos los probó con cartuchos o líquidos que incluían nicotina.


Así que, como en casi todo, desarrollar una opinión sólida sobre algo resulta complicado cuanto más profundizas en ello. Pero hay que intentarlo, si no quieres dejarte llevar por afirmaciones sin sentido de una u otra parte interesada.



Mi opinión, que he ido desarrollando a lo largo de todo este post, es que el vapeo es una fantástica idea para los adultos ya fumadores, que son conscientes de lo que el tabaco les está haciendo, y quieren intentar librarse de la adicción física de la nicotina, sin tener que librarse de la adicción social del hecho de fumar. Pero me parece un peligro para los jóvenes no fumadores, que no debe menospreciarse.  Ha costado mucho tiempo, casi una generación, arrinconar socialmente al hábito de fumar, y conseguir que para cada vez menos chavales el hecho de iniciarse en el tabaco sea algo interesante, y la introducción de una alternativa “cool” y menos dañina supone un gran peligro para esa tendencia, que debemos gestionar cuidadosamente.







7 comentarios:

  1. Muchas gracias por vuestros comentarios. Se trata de una reflexión totalmente desinteresada, no tengo ningún tipo de relación con ninguna empresa o asociación del sector. Creo que ya lo digo en el artículo, pero no está de más insistir en ello. Es totalmente "contenido no patrocinado". Un saludo a todos!

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  2. pero no está de más insistir en ello. Es totalmente "contenido no patrocinado". Un saludo a todos!
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