viernes, 27 de enero de 2017

La importancia de escribir, y de dónde escribir

Nunca he dado especial importancia a la difusión de los artículos de mi blog. Escribo por el mismo placer que me supone escribir, en una especie de diario en el que ordeno mis pensamientos, y los dejo libres en el inmenso océano de internet, sin miedo a dónde puedan llegar, o qué pueda ser de ellos (por eso le puse ese nombre al blog).
Por supuesto, no voy a negar que con frecuencia miro las estadísticas de visitas de mis publicaciones, y también me produce bastante satisfacción saber cuántas personas me han leído, desde dónde, y cómo narices han llegado a este humilde blog.
Escribir de temáticas tan distintas, sin ningún tipo de orden, me lleva a veces a encontrar cosas curiosas sobre la importancia de los pequeños detalles, detalles que cambian mucho el “éxito” de la publicación frente a las demás (detalles que se estudian en profundidad en lo que los profesionales llaman SEO, o posicionamiento en buscadores -Search Engine Optimization-)

Todo esto viene a cuento de un detalle curioso, del que acabo de darme cuenta: una sola de mis publicaciones en LinkedIn ha superado en número de visitas a todas las publicaciones (casi 50) que he hecho en mi blog de Agorafilia.



El caso es aún más significativo, mi decisión de publicar en LinkedIn fue simplemente para compartir contenidos divulgativos, y de fuerte relación con mi ámbito laboral, en inglés. En español ya había publicado anteriormente artículos sobre el poliuretano con intención puramente divulgativa. A pesar de que en mi LinkedIn tenía un fuerte predominio de contactos en España, decidí realizar un pequeño trabajo extra de traducir mis artículos al inglés, y publicarlos también en LinkedIn, aprovechando que lanzaba una plataforma de publicación de post para el público general (antes reservada para algunos grandes influencers).

Y me encuentro que el artículo en inglés, publicado en LinkedIn, tiene más de 19.000 visitas en LinkedIn, y su artículo original en español, publicado en Blogger, tiene algo menos de 500 visitas.  Está claro que aquí hay una gran diferencia. 
Después de darle algunas vueltas, creo que la razón principal es que este tipo de artículo, de ámbito profesional, ha tenido una mucha mayor difusión por parte de la plataforma de publicaciones de LinkedIn, que en el anticuado mundo de los blogs. El tráfico que ha llegado al artículo de LinkedIn viene principalmente de LinkedIn (y no de buscadores externos, como Google), mientras que el tráfico del artículo en Blogger viene principalmente del buscador de Google (además de los habituales Facebook y en menor medida Twitter, que es donde publico las entradas).

LinkedIn, en definitiva, es una red social, y realiza difusión de la información que se publica dentro de su plataforma, en una especie de “Likes” similar a Facebook, y de “Shares” similares a los Retweets en Twitter.  Así ha llegado la mayoría del tráfico de esta entrada (que tengo que decirlo, me ha hecho ganar cierta reputación en el mundillo del poliuretano).
Sin embargo, Blogger, la plataforma de blogs de Google, está claramente abandonada por su “progenitor”.  Cuando decidí crear un blog, estuve dudando un tiempo entre Blogger y Wordpress. Muchas veces me he arrepentido de elegir el primero, y continuamente me estoy planteando si debería transferir todo mi contenido a Wordpress, mucho más profesional y completo.

En su día, la razón principal de mi decisión fue simplemente que suponía que en cuestión de SEO, las entradas en Blogger estarían mejor posicionadas en Google que las de Wordpress.  Pero estoy casi seguro que no es así.

Como digo, muchas veces escribo por el simple placer de hacerlo, con historias sencillas, como la de la señora Teresiña, la de la hamburguesa que me dio una lección, la de Sheila Herrero y los héroes de los deportes minoritarios, o como cuando me declaré a mi mujer por 20 años y 20 vidas.

Estas son las historias que más he disfrutado, y no me importa en absoluto que lleguen a poca gente.  El mejor regalo que puedo recibir, eso sí, es cuando alguien me dice que las ha leído, y que también han disfrutado leyéndolas.

Algunas otras publicaciones tienen un carácter más divulgativo y a pesar de que mi capacidad de divulgación es ciertamente limitada (me gusta la ciencia, pero no soy científico), tengo que reconocer que me gustaría dar un poco más de difusión a mis publicaciones de divulgación. 

Visto lo visto, creo que mi objetivo en este sentido va a ser buscar alguna plataforma dedicada a la divulgación, en la que pueda publicar alguno de estos artículos.  Si algún lector me recomienda alguna, le estaré ampliamente agradecido.
Pero volviendo al punto principal de esta publicación, desde aquí animo a cualquiera que me esté leyendo a utilizar la plataforma de publicación de LinkedIn.  A pesar de que en algún otro post de este mismo blog he criticado a LinkedIn por su indiscreción y su falta de respeto a la intimidad, pienso que como herramienta de difusión de contenido es excelente.

¿No tienes nada de qué escribir? No me lo creo.  Estoy seguro de que hay algo de lo que eres un experto. Si estás en LinkedIn es obviamente por razones profesionales, y si hay algo de lo que sabes es del trabajo en el que pasas gran parte de tu día a día. LinkedIn puede ser útil para tu carrera profesional, más allá de ser una agenda de contactos un poco plasta (¿verdad que son un poco pesados proponiéndote contactos, felicitaciones, “endorsements”, y todos esos intentos desesperados de que entres frecuentemente en su página?). 

Para que LinkedIn te demuestre que puede ser útil para ti, debes pasar a la acción, con un método que puede plantearse en dos pasos o niveles: 

El primer paso es compartir en LinkedIn todo lo que interese sobre tu trabajo o tu vida laboral.  Este primer paso es fácil y no lleva ni siquiera mucho tiempo, como conté en este otro post De dónde saco mi tiempo.

Pero si quieres avanzar a un nivel superior, anímate a crear tu propio contenido. Créeme, por propia experiencia te lo digo, los resultados son espectaculares. Si puedes mostrarle al mundo lo que sabes, en el sitio correcto para hacerlo (y para todo lo relacionado con tu trabajo pienso que la plataforma de publicación de LinkedIn es el sitio correcto) el retorno será mucho mayor al esfuerzo que habrás dedicado.

Nota final: soy consciente de que no todo el mundo tiene la misma motivación que yo para difundir el conocimiento sobre lo relacionado con su trabajo. Al fin y al cabo, es algo por lo que ni siquiera te pagan. Pero como ya reflexioné en una de mis primeras publicaciones, La motivación en el trabajo, y Wikipedia, lo que más motiva a la mayoría para de las personas para realizar un trabajo efectivo no es la compensación económica que reciben a cambio, sino algunas otras cosas.

Y si definitivamente no crees que crear contenido sobre tu propio trabajo es lo adecuado, pero tienes alguna otra afición que llena tu vida (quién no la tiene), aun así te recomiendo que escribas sobre ello. En este caso te recomiendo otra plataforma interesantísima: Quora.

Porque como dicen ellos “todos somos expertos en algo”. Algo que te apasiona, algo sobre lo que hablas con total seguridad, algo sobre lo que sentarías cátedra.  Pues aprovecha que eres experto en eso, y difúndelo.





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